Redacción HuffPost
Todo está preparado para que dé comienzo el inicio de los JJOO de París 2024. La cita más importante del año en materia deportiva paralizará el mundo durante dos semanas, en las que todo estará monopolizado por las hazañas, las sorpresas, la gloria y la decepción de miles de deportistas, que se concentrarán en la capital francesa a partir del 26 de julio.
Como ocurre cada vez que se celebran unos Juegos Olímpicos, la cita no estará exenta de polémica y algunas voces críticas a las que los JJOO no les parece lo más adecuado ni apropiado para la ciudad -en este caso París-.
El principal motivo esgrimido por la mayoría de ellos responde a la exigencia económica que el país ha tenido que hacer frente para habilitar y modernizar todas las instalaciones deportivas, además de paralizar y habilitar todas las zonas cercanas a los lugares donde se desarrollará la competición.
Pero por encima de todo, si hay una crítica muy recurrente entre los menos aficionados al deporte es la gran inversión y gasto público al que el país organizador tiene que hacer frente antes de unos JJOO, y que incluyen desde los servicios de limpieza de las calles y zonas de interés hasta los mastodónticos dispositivos policiales que serán necesarios para acordonar y asegurar toda la ciudad durante los 14 días de pruebas.
Como es normal en este tipo de citas, el Tribunal de Cuentas del país (Francia) hace público el dato de gasto e impacto económico que costará acoger los JJOO. En este caso, según informó la administración pública, los Juegos Olímpicos de 2024 tendrán un gasto de entre 3.000 y 5.000 millones de euros para todos los franceses.
Tomado de la Redacción del HuffPost