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Khelif, medalla entre lágrimas: “Son injustos conmigo”

Después de superar a Anna Luca Hamori, este sábado, y asegurar su medalla olímpica, Imane Khelif no pudo más. La argelina, en medio de toda la polémica por su participación en los Juegos, rompió a llorar en un Nord Paris Arena lleno hasta la bandera, otra vez, y expectante debido a toda la polvareda que ha levantado tanto su caso como el de Lin Yu-Ting. Las dos boxeadoras fueron descalificadas de los últimos Mundiales por “no cumplir los criterios de elegibilidad necesarios y tener ventajas competitivas sobre otras competidoras femeninas”, pero están participando en los Juegos Olímpicos. Una cuestión compleja sobre la que, en los últimos días, están corriendo ríos de tinta.

Según apuntan varios medios, porque los informes oficiales nunca se han visto, la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) descalificó tanto a Khelif como a Lin de su certamen planetario por presentar niveles muy altos de testosterona y los cromosomas ‘masculinos’ XY, aunque con órganos reproductores femeninos, lo que se conoce como intersexualidad. En los Juegos, sin embargo, pueden competir porque el Comité Olímpico Internacional (COI) tiene vetada a la Internacional por irregularidades tanto financieras como de arbitraje, por lo que no organiza el torneo olímpico. Y, para el COI, a diferencia de la IBA, tanto Khelif como Lin tienen pleno derecho a participar en la competición femenina.

Este sábado, sin ir más lejos, el máximo organismo olímpico salió en defensa de las dos púgiles una vez más. “Nacieron y crecieron mujeres, en su pasaporte figura que son mujeres y han competido muchos años como mujeres. No hay dudas sobre que sean mujeres. Los que dudan, deberían aportar estudios científicos y si vienen con ellos, les escucharemos. Pero no se toman decisiones por motivaciones políticas o llegaremos a una guerra cultural. Lo que se está viendo en las redes es un odio inaceptable”, expresó el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Tomas Bach.

Primeras palabras

En medio de este contexto, Khelif salió a pelear contra una Luca Hamori que, durante la previa, también había tenido comentarios muy duros hacia la argelina. “No tengo miedo. Si ella es un hombre, será una gran victoria para mí si gano”, había dicho la húngara. El triunfo, sin embargo, y por decisión unánime (todos los jueces le dieron un 10 en todas las rondas), fue para la argelina, que estuvo arropada por un importante número de compatriotas presentes en el pabellón y rompió su silencio. “Todo el pueblo árabe me conoce. Durante hace años, boxeé en competiciones de federaciones internacionales, pero son injustos conmigo”, dijo en referencia a la IBA. En semifinales, el martes, se medirá con la tailandesa Janjaem Suwannapheng. Este domingo (11:00), volverá a pelear Lin Yu-Ting, contra Svetlana Staneva.

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