Vivir en Chihuahua

Estos son los grandes motivos por los que los piratas iban acompañados de un loro

Se trata de un dúo inseparable que tiene una explicación histórica y humana muy lógica.

Redacción HuffPost

Pirata con un loro en su hombro mientras muestra un tesoroGetty Images

 

Advertisement

Aunque la piratería actual poco tiene que ver con la imagen tradicional que a todo el mundo se nos viene a la cabeza al hablar de piratas, la realidad es que tanto en el cine como en el teatro y en casi cualquier tipo de manifestación artística, se ilustra al pirata como una persona escurridiza, con una pata o una mano de palo, parche en un ojo, con ciertas dosis de suerte y con una gran autoridad sobre sus súbditos. Aunque si hay un aspecto y característica totalmente generalizada e inherente al pirata, eso es la presencia de un loro al hombro.

Y es que, es muy complicado pensar en un pirata y que no se venga a la cabeza la imagen de un loro colorido y parlanchín que vive prácticamente de forma permanente subido al hombro del pirata. Pero, ¿de dónde viene esta creencia o tradición, y por qué se puede decir que el loro es el mejor amigo del pirata?

Pues bien, para responder a esta cuestión, en primer lugar habría que señalar algunas declaraciones pronunciadas por expertos en el asunto, como es el caso de Colin Woodward, quien se especializó en piratería, y escribió numerosos documentos sobre la figura del pirata. Según él, en su libro Piratas reales del Caribe, «la presencia del loro casi con certeza se basa en la realidad».

 

De acuerdo con las explicaciones de Woodward, los piratas intentaban huir de la soledad, y la forma más fácil de hacerlo era rodearse de algún animal vivo que no fuera especialmente grande -dado el tamaño de los barcos-, y que tampoco necesitara de muchos recursos para sobrevivir. Y uno de los animales que mejor se ajusta a esas exigencias es sin duda, un pájaro. Y más concretamente, un loro.

Advertisement

Su colorido, la dosis de entretenimiento que les aportaban a los piratas y su gran facilidad a la hora de ‘cargar con ellos’, eran requisitos más que suficientes para ellos. «Creo que era difícil tener una mascota grande en un barco de navegación marítima, pero los gatos podían ser muy valorados por su capacidad para atrapar bichos, como ratas en las bodegas «, declaró Woodard.

Pero los loros no eran los únicos animales que atraían a los piratas, ya que también era muy común verlos rodeados de monos, aunque en ese caso, la hiperactividad de estos animales, junto a las grandes dosis de comida requeridas para su mantenimiento, no era visto con buenos ojos en muchos casos, declaró el experto a Atlas Obscura.

Dificultades para venderlos

Por otro lado, y pensando en el asunto económico, en aquella época era muy común comerciar con loros, de modo que era muy común venderlos por un valor muy elevado. Uno de los factores que influía para ello era el hecho de ser reconocidos como una especie exótica.

Junto a este factor, también había otros como su aspecto físico, inteligencia, la posibilidad de enseñarles a hablar, etc. Pese a ello, para los piratas existía un problema, y es que en líneas generales eran personas muy reconocidas y perseguidas por la justicia, por lo que en ocasiones las dificultades para revender a los loros una vez llegados al puerto eran insalvables.

Advertisement

 

Salir de la versión móvil