Por: La Redacción.
Ciudad de México., a 2 de diciembre del 2024.- Más de 60 millones de mujeres y niñas desplazadas o que son apátridas se enfrentan a un alto riesgo de violencia de género, y el financiamiento para los servicios vitales que les prestan apoyo es lamentablemente escaso, advirtió la Agencia de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para los Refugiados (Acnur).
Según el organismo, las denuncias por violencia sexual relacionada con los conflictos aumentaron 50 por ciento este año respecto de 2023, y las mujeres y las niñas representaron 95 por ciento de los casos verificados.
Sin embargo, estas cifras representan una pequeña fracción de la realidad, ya que muchos hechos no se denuncian, apuntó la Acnur. En lugares remotos el acceso humanitario está cortado o los recursos y la asistencia son escasos. El acceso a la justicia también sigue siendo limitado y los supervivientes temen represalias y marginación social, dijo la portavoz de la agencia, Shabia Mantoo, en una entrevista publicada en la página web de la ONU. Detalló también que los trabajadores que operan en situaciones de conflicto reciben noticias constantes de supervivientes que han sufrido violencia brutal, tortura, explotación y violencia sexuales y otros horrores, incluso como arma de guerra.
En la República Democrática del Congo, por ejemplo, los cuerpos de mujeres y niñas se han convertido en una extensión del campo de batalla en medio de la violencia cíclica y el empeoramiento de la inseguridad, aun en los lugares de desplazamiento.
En Chad, las mujeres han denunciado haber sido violadas mientras huían del conflicto en Sudán, citó Mantoo. En Afganistán, las crecientes restricciones a las mujeres y niñas, las altas tasas de violencia doméstica y el empeoramiento general de la situación económica están contribuyendo a una crisis de salud mental, y los socios de la Acnur informan de un aumento del número de pacientes que buscan ayuda.
Las refugiadas y migrantes que se desplazan por las rutas hacia el Mediterráneo siguen denunciando que se enfrentan a la violencia y la explotación sexuales, la esclavitud y la trata de personas. Los organismos humanitarios estiman que 90 por ciento son violadas.
Mientras, las supervivientes que han huido a los países vecinos suelen permanecer en situaciones precarias debido a los riesgos adicionales de violencia de género que pueden afrontar durante su desplazamiento, así como a las demoras en el acceso a los servicios. Además de la violencia sexual relacionada con el conflicto, las mujeres y las niñas desplazadas también se enfrentan a altos riesgos de violencia de pareja. En determinados entornos de desplazamiento se estima que los riesgos para ellas son 20 por ciento superiores a los de las no desplazadas, precisó la portavoz de Acnur.
Por otra parte, las formas interrelacionadas de discriminación también aumentan los riesgos. Por ejemplo, las mujeres y niñas con discapacidad; las que viven en la pobreza o que tienen orientaciones sexuales, identidades y expresiones de género o características sexuales diversas, añadió.
Mantoo argumentó que las medidas tempranas y efectivas de prevención y respuesta a la violencia de género hacia las afectadas por el desplazamiento forzado y el conflicto salvan y cambian vidas, pero hizo hincapié en que el financiamiento está muy por debajo de las necesidades.
La Acnur ha destacado especialmente este problema durante los Dieciséis días de activismo contra la violencia de género, campaña mundial anual que se lleva a cabo del 25 de noviembre al 10 de diciembre.
La Agencia teme que sin el financiamiento adecuado, millones de mujeres y niñas desplazadas por la fuerza no puedan acceder a servicios esenciales el próximo año.
Con información de La Jornada.