Las primeras investigaciones sobre el incendio ocurrido en la madrugada del 16 de marzo en la discoteca “Pulse”, ubicada en la ciudad de Kocani, Macedonia del Norte, que dejó un saldo de 59 muertos y más de 150 heridos, han puesto al descubierto graves fallas en las medidas de seguridad del establecimiento. Según los informes preliminares de la Fiscalía General, la discoteca no cumplía con las normas básicas de seguridad contra incendios, lo que contribuyó a la magnitud de la tragedia.
Según el fiscal general de Macedonia del Norte, Ljupcho Kocevski, el local no contaba con un sistema de bocas de incendio ni de hidrantes, equipos fundamentales para prevenir o contener un fuego. Además, la discoteca solo disponía de dos extintores, lo que es insuficiente para un lugar que, en el momento del siniestro, albergaba aproximadamente 1.500 personas, el doble del aforo permitido. Kocevski señaló que el número de salidas de emergencia era “inadecuado”, ya que la única salida alternativa a la puerta principal estaba cerrada, lo que dificultó la evacuación de los asistentes.
El fiscal detalló que la salida trasera del local había sido “improvisada”, y que estaba cerrada con un candado, sin ningún mecanismo de apertura desde el interior. Esto representa una grave violación de las normativas de seguridad, que exigen que todas las salidas de emergencia sean accesibles y operativas en todo momento para evitar tragedias en caso de evacuaciones urgentes.
A esta falta de salidas adecuadas se sumaba un problema adicional: la puerta principal también estaba bloqueada, lo que agravó aún más la situación cuando comenzó el incendio. Los testimonios de sobrevivientes han relatado cómo la situación de pánico se incrementó debido a la falta de rutas de escape eficaces. El humo se propagó rápidamente por el interior del local, asfixiando a muchas de las víctimas mientras intentaban huir, y obligando a otras a arriesgarse a atravesar las llamas.
Además de los problemas con las salidas de emergencia, la discoteca “Pulse” tenía materiales altamente inflamables en sus instalaciones. Según la Fiscalía, el local estaba insonorizado con materiales que facilitaban la propagación del fuego, lo que contribuyó a la velocidad con la que se expandió el incendio. La presencia de dispositivos pirotécnicos durante el concierto que se celebraba esa noche fue otro factor crucial.