Infobae México obtuvo informes de inteligencia que revelan la expansión de la organización de El Mencho y su presencia en el país
Lo descubierto el pasado 5 de marzo por madres buscadoras en el Rancho Izaguirre en el municipio de Teuchitlán destapó la forma en la que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) opera en las cinco regiones del país donde tiene una alta y fuerte presencia.
El Rancho Izaguirre, según autoridades federales, funcionaba como un centro de confinamiento, adiestramiento y posiblemente de exterminio de cuerpos, aunque la Fiscalía General de la República (FGR) no ha confirmado que los restos óseos calcinados descubiertos sean de personas.
En el lugar también se encontraron montañas de ropa, más de 400 pares de zapatos, objetos de santería y una carta de despedida.
Estas imágenes, compartidas por la Fiscalía de Jalisco y colectivos de búsqueda, se viralizaron rápidamente, atrayendo la atención nacional e internacional por la tragedia de las desapariciones en México, aunque también revelan otro tipo de problemática.
Para el periodista y analista en temas de seguridad pública, David Saucedo, el caso también evidenció una pequeña muestra del horror que el CJNG ha extendido en cinco regiones del país.
“El Cártel Jalisco Nueva Generación tiene un vasto imperio de regiones, con centros logísticos independientes que colaboran entre sí, con una organización que puede compararse a la de un Estado”, afirmó el especialista en entrevista con Infobae México.
Según Saucedo, el CJNG ha dividido estratégicamente su estructura operativa en cinco regiones, cada una liderada por un comandante que actúa como “gobernador”.
Estas regiones cuentan con hospitales clandestinos, bodegas logísticas, centros de reclutamiento, casas de seguridad y hasta campos de entrenamiento. Esta estructura consolidada refleja el poder y la estrategia del cártel, cuya área de influencia se extiende a casi todo el país.
El especialista aseguró que hay otros centros similares al Rancho Izaguirre en regiones controladas por el CJNG. Estos lugares cumplen una doble función, sirviendo tanto para entrenar a nuevos reclutas como para eliminar a opositores.
Saucedo consideró que el CJNG ha desarrollado una estrategia que incluye la integración de reclutas locales en los estados donde opera. Anteriormente, según el especialista, el cártel trasladaba combatientes desde Jalisco, Colima o Nayarit a territorios como Michoacán y Guanajuato.
Sin embargo, dice, ahora priorizan la incorporación de jóvenes originarios de dichas regiones, lo que representa una transición significativa en su modo de operar, adaptándose a los territorios ocupados para fortalecer su red de influencia y asegurar lealtades locales.
“El CJNG es un grupo que está en expansión y requiere forzosamente el reclutamiento constante de nuevas tropas. En el mediano o largo plazo se encontrarán más centros de adiestramiento y exterminio; pero también encontrarán hospitales, para curar a sus sicarios heridos. Descubriremos toda una infraestructura del narco», señaló.
Pese a que el especialista identifica cinco regiones donde opera la estructura de El Mencho, un informe de inteligencia al que obtuvo acceso Infobae México refiere que el también conocido como “cártel de las cuatro letras” tiene presencia en ocho regiones del país, en cinco de ellas, hay una presencia de media a alta. En las otras tres opera casi de forma marginal.
El principal bastión del CJNG, que funciona como un centro de control logístico, es la zona Occidente, mismo que comprende los estados de Jalisco, Colima, Nayarit y Michocán.
En la zona Centro, la estructura de El Mencho tiene una expansión urbana y disputas con otros grupos delincuenciales en los estados de Guanajuato, Querétaro, Morelos y Ciudad de México.
Zacatecas, San Luis Potosí y Aguascalientes (Altiplano y Bajío) son estados donde este grupo criminal tiene una guerra con el Cártel de Sinaloa y la zona funge, según las autoridades federales, como un corredor clave para el “cártel de las cuatro letras”, por lo que su presencia es media-alta.
En el Pacífico Sur, que comprende los estados de Guerrero, Oaxaca y Chiapas, el dominio del CJNG es parcial ya que tiene disputas con grupos locales.
Al Sureste, en las entidades de Veracruz, Tabasco, Quintana Roo, la presencia de la estructura de El Mencho va creciendo por las rutas de droga y de migrantes.
En la Península (Yucatán y Campeche), el CJNG opera de manera “incipiente” pero en expansión; sus principales delitos son en lavado de dinero y en extorsiones, según el informe.
La zona Noreste (Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas) y Norte (Chihuahua, Sonora, Baja California), la estructura de Nemesio Oseguera Cervantes opera de forma baja a casi marginal, esto por el dominio de otros cárteles como el del Golfo, Noreste, y Sinaloa.