Por: La Redacción.
Ciudad de México., a 25 de julio del 2024.- El crimen a plena luz de un comisario de la Ciudad de México ha causado conmoción, indignación y ha generado un sinfín de interrogantes, como el por qué un mando policial que estuvo a cargo de varias investigaciones no contaba con escoltas al momento de su asesinato.
Milton Morales Figueroa era jefe de la Unidad de Operaciones Especiales de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (SSC-CDMX), además era un cercano colaborador de Omar García Harfuch, quien fue titular de dicha dependencia y será el próximo secretario de Seguridad del Gobierno de México.
Su asesinato ocurrió el domingo 21 de julio, en el municipio de Coacalco, Estado de México. De acuerdo con el sitio La Silla Rota, estaba en casa de su suegra y salió a hacer unas compras para la comida, cuando dos autos y una motocicleta lo siguieron.
Morales Figueroa se fue a hacer las compras, un sujeto vestido de gris y cubierto con una gorra se acercó por la espalda y le disparó en la cabeza, según detalló el periodista Héctor Mauleón en el diario El Universal.
Ahora las dependencias de seguridad estatales y federales investigan su asesinato como él investigó tantos casos. No se tiene un móvil claro sobre su crimen, ni se sabe la razón por la que los escoltas que le asignaron no lo acompañaron aquel fatídico día.
A la par que las interrogantes que dejó el asesinato, se han retomado algunas de las investigaciones de alto impacto en las que participó.
Las investigaciones del comisionado asesinado
El comisionado asesinado participó en varias investigaciones de alto nivel, una de ellas fue el asalto al cantante español Miguel Bosé, quien fue amarrado junto a sus hijos y su personal.
También investigó el atentado contra el periodista Ciro Gómez Leyva, ocurrido en diciembre de 2022 en la Ciudad de México; y el de la alcaldesa electa en Cuauhtémoc, Alessandra Rojo de la Vega, sufrido en el marco del proceso electoral del 2024.
Pero participó también en una importante incautación de cocaína, considerada la más grande realizada en la Ciudad de México, que tuvo lugar en julio de 2022, dos años antes de que fuera asesinado.
En esa ocasión, desde Colombia salió un cargamento que tenía como destino el Barrio Bravo de Tepito, ubicado en el corazón de la Ciudad de México. Lo llevaban tractocamiones que pasaron por Puerto Escondido, Oaxaca.
En las unidades de carga se encontraron varios ladrillos de cocaína, los cuales llevaban logos de Tesla y Prada, lo que los relacionó al Cártel de Sinaloa, uno de los grupos criminales más poderosos de México.
El operativo también dejó la detención de cuatro hombres originarios del estado de Durango, quienes tenían antecedentes penales y fueron vinculados a proceso días después.
La cocaína tenía como destino final la ciudad de Los Ángeles, en California, donde tendría un valor de 116 millones de dólares.
Omar García Harfuch dijo que el decomiso fue posible gracias a trabajos de mesas de inteligencia en las que durante semanas se rastreó la llegada del cargamento de cocaína a México.