Por: La Redacción.
Ciudad de México., a 27 de agosto del 2024.- No hay posibilidades de diálogo con el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, por el tema de la reforma al Poder Judicial, enfatizó el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Lo dejó claro: diálogo siempre debe de haber, el asunto es que los temas relacionados con México, pues nos corresponden a nosotros. No pueden venir extranjeros, ningún gobierno extranjero, a tratar asuntos que sólo corresponden a los mexicanos, es un principio básico de independencia, de soberanía.
Durante la mañanera de ayer, el mandatario descartó los amagos en el sentido de que esa reforma dañaría el T-MEC, y aun cuando así fuera: México es una patria libre, independiente y soberana, eso está por encima de cualquier tratado.
Señaló que no hay ningún enojo o enfrentamiento con el representante de la Casa Blanca –quien la semana pasada manifestó su abierto rechazo a la mencionada reforma y se dijo dispuesto a diálogo sobre el tema–, pero remarcó que Salazar no puede opinar ni pedir una discusión al respecto.
“No, si no es pleito, es nada más aclarar que somos países independientes y soberanos, muy respetuosos de nuestra relación de amistad, de cooperación, pero no es posible que un embajador extranjero opine lo que está bien o lo que está mal en nuestro país, esa no es la función de un embajador (…) él es muy buena persona, pero es una política y no siempre vamos a coincidir.”
El jefe del Ejecutivo comparó: es como si yo pido ir a Washington a dialogar sobre la venta de armamentos para hacer la guerra en el mundo. ¿Qué me tengo yo qué meter?
–¿Este tema, entonces, no lo tocaría con él? –se le preguntó.
–No, es un asunto de los mexicanos y se está resolviendo en las instituciones de nuestro país –respondió el tabasqueño.
Para el titular del Poder Ejecutivo, el uso que se ha dado al tema del T-MEC como una especie de amago contra la reforma al Poder Judicial es una forma de tratar de darle la vuelta.
Si el tratado no es para que nosotros cedamos nuestra soberanía; el tratado es comercial, es para tener una muy buena relación económica-comercial que nos conviene a las dos naciones, pero no es para que México se convierta en un apéndice, en una colonia, en un Estado asociado.
Subrayó: aun en el caso, que no es real, de que hubiese sanciones a México, nosotros los mexicanos tenemos que poner por delante nuestra soberanía, o sea, no podemos someternos. Es la historia de México, es el sacrificio de mucha gente por lograr una patria libre, independiente, soberana, eso está por encima de cualquier tratado.
El Presidente sostuvo que el T-MEC conviene a las tres naciones de América del Norte para convertirse en la zona económica y comercial más fuerte del orbe, para lo que también se debe incluir al resto del continente.
Citando al filósofo Cantinflas, el jefe del Ejecutivo reafirmó que ahí está el detalle: en que aprendamos a respetarnos, ahí está la clave de todo. Nos necesitamos mutuamente para crecer.