Obras alrededor de un mosaico, en una imagen de archivoAssaf Peretz/Israel Antiquities Authority
Tomado de HuffPost
Una pieza única por sus características en Turquía, el país donde ha aparecido.
Con razón a Mehmet, un granjero local de la región de Anatolia (Turquía), le costaba tanto trabajar la tierra. Entre dificultades por la dureza del terreno, este veterano trabajador del campo se ha topado con una sorpresa mayúscula.
Pronto, Mehmet y otras personas se dieron cuenta de que bajo la tierra comenzaban a aparecer azulejos, de piedra y pasta de vidrio, con representaciones de animales. Acababan de hallar un mosaico de entre los siglos IV y V d.C.
Nada menos que un mosaico romano de unos 84 metros cuadrados, poblados de representaciones de animales de todo tipo, así como árboles y plantas, en un conjunto profusamente decorado y cuidado, reconoce la prensa internacional.
El mosaico, único en tamaño y complejidad en Turquía, incluye figuras como leones, cabras montesas, galgos, ciervos, jabalíes, osos, leopardos de Anatolia y diversas aves, muchas de ellas de las marismas. Se multiplican las escenas de caza y persecuciones animales.
Según recoge StileArte, el mosaico decoraba una de las habitaciones o largos pasillos de un palacio cuyos restos aún están por descubrir. Por sus características sitúa la obra en el final del Imperio Romano o en las primeras décadas del Imperio Bizantino.