Por: Sandra Dueñes Monárrez.
Chihuahua, Chih., a 23 de enero del 2024.- Alejandro Carrasco Talavera encargado de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) informó que a pesar de la violencia en el municipio de Guadalupe y Calvo, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) optó por “retirar el cuartel que tenían instalado en esa región de la Sierra Tarahumara”.
De acuerdo con información proporcionada por la población, en diciembre de 2023 fue retirada la base militar de Badiraguato que se encontraba en Portezuelo y en abril de 2024 se retiró la base que estaba en San Juan Nepomuceno, dejando desprotegidas a todas las comunidades aledañas.
Personas de las comunidades de Cinco Llagas, El Cajoncito, El Pie de la Cuesta, Las Casas, los Placeres, El Silverio, y La Trampa, todas del municipio antes mencionado fueron víctimas de ataques armados, amenazas y hasta algunas personas fueron expulsadas de sus viviendas por grupos del crimen organizado que se encuentran en “guerra” por «la plaza» para realizar actividades ilicitas como la siembra, cosecha y trasiego de droga como la marihuana y goma de opio derivada de la flor de amapola.
De acuerdo con el secretario de los Pueblos Indígenas, Enrique Rascón se tienen registrado el desplazamiento de 53 familias por la violencia en las comunidades de Guadalupe y Calvo de las cuales 30 y 40 personas arribaron a la capital del estado y el resto optó por quedarse en el municipio de Hidalgo del Parral.
Por su parte, Carrasco Talavera, refirió que hasta el momento solo en el municipio de Guadalupe y Calvo se tiene focalizado el fenómeno del desplazamiento forzado derivado por la violencia generada por la guerra entre cárteles de la droga.
Indicó que un factor que desde la CEDH se logró visibilizar a raíz de la violencia que se ha generado en la región de Guadalupe y Calvo es que el Gobierno Federal a través de la Sedena optó por retirar los cuarteles que tenían instalados en esa zona de la Sierra Tarahumara.
«Aunque lo ideal es que no hubiera la presencia de la Guardia Nacional, ni efectivos de la Sedena en las regiones como la de Guadalupe y Calvo enfatizó que “dentro de los procesos de pacificación y de implementación de justicia transicional al principio se tienen que tener acuerdos con las fuerzas policiacas y del ejercito para poder pacificar la zona y garantizar la seguridad que quienes viven en esos lugares en conflicto», expresó Carrasco Talavera.
Destacó que las acciones de seguridad no solamente se traducen en ofrecer “una pastilla para el dolor a quien tiene un cáncer terminal”, por citar un ejemplo, es decir que, se tiene que ir al fondo del problema, como lo es bajar los niveles de discriminación, México es racista, así como trabajar tanto la sociedad como los tres niveles de gobierno y las personas que viven en las regiones azotadas por la violencia tienen que ir adoptando la cultura de la denuncia.
“Sí no se denuncia, la autoridad va a tener dificil conocer los hechos que se registran en las regiones que requieren la presencia del Estado para su pacificación”, enfatizó Carrasco Talavera.
Reconoció que la ausencia de este organismo derechohumanista como de las instituciones gubernamentales tanto federal como estatal “han dejado de lado el tener una cercanía en la región serrana del estado, lo que ha generado una serie de violaciones a la dignidad humana en la Sierra Tarahumara.
En la práctica internacional, se han visto resultados en condiciones semejantes a las que se viven en la Sierra Tarahumara al momento en que el Estado llega sin esperar a que las personas tengan que trasladarse de sus comunidades a las ciudades para manifestar sus necesidades.
Carrasco Talavera citó como ejemplo las acciones implementadas en la pacificación de Colombia donde las personas que tenían que escapar de la zona donde operaba la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Asfac) y al finalizar parte de este problema tuvo que ver conque las instancias gubernamentales llegaran con oficinas y con todo tipo de servicios a donde están las personas.
En ese sentido, el encargado de la CEDH consideró que es necesario más acercamiento las instituciones de los tres niveles de gobierno no dejar que la responsabilidad se sostenga en una sola, “ni en la comisión, la Ceave, ni en la Fiscalía General del Estado sino que todas las áreas de gobierno”.
Cuando hablamos de derechos humanos en esas regiones de la Sierra Tarahumara no solamente hay violaciones a la dignidad humana porque la violencia existe, sino porque la fuerza del Estado mexicano no se ha hecho presente con educación, salud, justicia, enfatizó Carrasco Talavera.