Giros como la respuesta que, este mismo verano, el papa le dio al padre Pedro Chica, director de la Oficina de Comunicación Jesuita de la Provincia China. “Hola, querido Papa Francisco, ¿cómo se encuentra usted?“, le pregunta este último, a lo que el sumo pontífice responde: ”Sentado». “Siempre con el sentido del humor. Me ayuda mucho la oración de santo Tomás Moro, pidiendo el sentido del humor, esa oración la rezo desde hace más de 40 años todos los días: ‘dame señor el sentido del humor’”.
Este momento alcanzó una gran viralidad en redes sociales con millones de reproducciones en los distintos canales de noticias del Vaticano. De hecho, incluso en estos últimos días, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, visitó al papa mientras este se hallaba ya hospitalizado, y tras la reunión destacó que Francisco no había perdido “su proverbial sentido del humor”.
Protagonizó también Francisco momentos más emotivos en redes sociales, como un recordado momento en 2018 en el que, en una visita a la parroquia de San pablo de la Cruz, en la periferia de Roma, un niño de diez años se acercó llorando y le preguntó algo al oído. Acto seguido, el papa contó que el pequeño le había dicho que su padre, que no era creyente, había muerto hacía poco, y le preguntaba si podría estar en el cielo.
“Qué bonito que un hijo diga que su papá era bueno. Un bonito testimonio de aquel hombre para que sus hijos puedan decir de él que era un hombre bueno”, dijo a continuación el santo padre. “Si ese hombre ha sido capaz de tener hijos así, es verdad que era un gran hombre”.
Del mismo modo, argumentó que si bien el padre no era creyente, sí que hizo bautizar a sus hijos, y que en última instancia “quién dice quién va al cielo es Dios”. “¿Dios abandona a sus hijos cuando son buenos?“, preguntó el Papa a la multitud que había alrededor, que respondió con un rotundo ”no». “Bueno, Emanuele, esta es la respuesta. Dios seguramente estaba orgulloso de tu papá, porque es más fácil que, siendo creyente, se bautice a los hijos que, siendo no creyente, bautizarlos. Y seguramente esto a Dios le ha gustado mucho”.
La relación del papa con las nuevas tecnologías se vio de nuevo patente cuando incluso un popular streamer e influencer argentino, Luquita Rodríquez, le lanzó esta pregunta en el Encuentro Internacional del Sentido que tuvo lugar en mayo de 2024. “Estuvimos hablando sobre el sentido en estos días y se me hizo difícil no acordarme de Dante y su viaje en La Divina Comedia. Eso me trae a la pregunta: ¿Qué rol cumple el arte en la búsqueda de ese sentido?“.
“El arte abre horizontes”, respondió entonces el santo padre. “La matemática te ayuda a los conceptos firmes, te ayuda a progresar. La filosofía te va abriendo diversas formas de pensamiento. El arte te tira adelante, te libera y te ensancha el corazón. Te hace comprender tantas cosas”.
El papa incluso citó a Borges y su poema Everness. “Sólo una cosa no hay. Es el olvido. Dios, que salva el metal, salva la escoria…”. La respuesta se volvió muy viral en los días siguientes, recordando que Francisco, de hecho, conoció al famoso escritor argentino e incluso mantuvo una relación de cordialidad y respeto con él. “El padre Bergoglio es una persona inteligente y sensata”, llegaría a decir el propio autor.
A pesar de todos estos momentos virales y otros de igual o mayor repercusión, cabe recordar que el sumo pontífice siempre intentó concienciar de los peligros del abuso de las redes sociales. El cómo usarlas iba a ser la diferencia entre que estas se convirtieran en un lugar “rico de humanidad” o “de alienación”.
Cada mes, el papa Francisco publicaba un vídeo abordando algunos de los problemas que él consideraba más urgentes en la actualidad. “Internet es un don de Dios”, recordaba, para decir a continuación que, por eso mismo, implicaba “una gran responsabilidad”. Por ello, era importante que las redes “no anularan la personalidad de cada persona”, sino que favorecieran “la solidaridad y el respeto del otro en sus diferencias”.